jueves, 20 de agosto de 2015

Vivir la Utopía

Vivir la utopía” es un documental producido por TVE en 1997. En el se describe la experiencia anarcosindicalista y anarcocomunista vivida en España, que transformó radicalmente las estructuras de la sociedad en amplias zonas del bando republicano, durante el evento denominado revolución española, que ocurrió en el transcurso de la guerra civil de 1936-39.

Se trata de un documento histórico muy interesante para comprender el desenlace de la guerra civil, así como para descubrir el éxito alcanzado por su modelo económico basado en colectividades autogestionadas, que lograron alcanzar un notable y acelerado incremento de la productividad en las zonas donde fue implantado, logrando mejorar las condiciones de vida de los obreros y campesinos, aún a pesar de estar en guerra, y tener que sostener económicamente a las tropas en el frente, encargadas de frenar el avance del Frente Nacional. Por desgracia, este movimiento parece haber sido borrado de la historia con el poder de las armas, y la muerte de muchos de los que apostaron el. Mi intención es difundirlo para que podamos aprender las lecciones que este pequeño, pero intenso fragmento de nuestra historia nos ha dejado.

El documental consta de 30 entrevistas con supervivientes anarquistas de la revolución española, cuyo testimonio muestra la labor constructiva de la revolución social y los antecedentes históricos del movimiento libertario español. Se intenta dar una visión del anarquismo alejado de clichés y superficialidades, introduciéndose en su pensamiento y en su modelo de sociedad.

Llevado a cabo de una manera cronológica, el inicio se remonta hasta finales del siglo XIX, donde ya se viven los primeros esbozos del pensamiento libertario. La llegada de La República significará la formación de los ateneos libertarios, en los que se debate sobre la revolución y se construyen escuelas, que tenían mucho más de culturales que de ideológicas. Son los momentos de mayor eclosión del anarquismo, como así lo delatan los múltiples panfletos y revistas que se editan por esa época y la formación de las juventudes libertarias.

El movimiento revolucionario se inició con el objetivo de repeler el golpe de estado del general Franco, y consiguió evitar que el alzamiento tuviese éxito tanto en Barcelona como en otros muchos puntos de la geografía española donde las fuerzas estatales carecían de la fuerza, la organización y la convicción necesarias para controlar el golpe.

La gran novedad de esta lucha, es que no estuvo centrada sólo en el combate, sino también en el intento de consecución de un nuevo modelo de sociedad. Este nuevo modelo de sociedad, se reflejó en la organización de colectividades agrícolas de millones de campesinos, 3000 fábricas y empresas colectivamente autogestionadas en las ciudades, la unión de 150.000 milicianos anarquistas contra el fascismo, así como las actividades culturales, educativas y el movimiento Mujeres Libres de mujeres contra el patriarcado.


Finalmente la historia acaba cuando los comunistas, más preocupados por el ejemplo que suponía una revolución surgida desde la base, que por el resultado de la guerra civil contra el fascismo, crean un nuevo frente interior, atacando y desmontando las organizaciones anarquistas, así como las milicias que se encontraban en el frente, dejando la victoria en manos del bando franquista.

Obviamente desde este blog no se pretende fomentar la organización de un movimiento militar revolucionario, ni siquiera contra un posible golpe de estado, ya que las consecuencias de dicha guerra siempre serían devastadoras para la población.

Pero si se quiere destacar la potencialidad que tanto a nivel democrático, como económico, y de empoderamiento ciudadano tiene la posibilidad de implementar modelos de gestión similares a los que se crearon durante la revolución española. Dichos modelos deben de encuadrarse dentro de la legalidad en la medida de lo posible,
para ganar también en legitimidad, pero esto no quita, que en ocasiones sea necesario transitar por la delgada línea de la alegalidad, para evitar los sangrantes costes que suponen mantener un sistema excesivamente burocratizado y caduco, pensado para mantener a las oligarquías vigentes. Es evidente que a través de la acción se pueden generar dinámicas sociales que resten legitimidad a las propias instituciones gubernamentales, incluso antes de conquistar el poder político.


Quisiera destacar también, que la organización de estructuras económicas y sociales de base para democratizar la sociedad no elimina la necesidad de conquistar el poder político, ya que solo este puede a aportar la estabilidad necesaria a los nuevos modelos de sociedad que se creen. Sin embargo, la conquista del poder político sin antes crear estas estructuras de base, se me antoja una quimera, en primer lugar porque quien controla los medios económicos controla la capacidad del gobierno para hacer su labor, y por tanto la posibilidad de que puedan terminar con éxito las medidas que pretenden implantar, y en segundo lugar, porque actualmente se está intentando la conquista del poder político a través de estructuras verticales, donde las posibilidades de corrupción, y de control gubernamental desde las oligarquias se incrementan notablemente como se ha expuesto en este blog desde el primer día. No se necesitan líderes para este tipo de movimientos, ni tampoco de ningún grupo impulsor que dirija todo el movimiento desde arriba, la democracia ha de construirse desde abajo, o nunca logrará implantarse. Todos hemos de ser protagonistas.