domingo, 11 de septiembre de 2011

Democracia Participativa. Ventajas e inconvenientes.

Democracia Participativa incluye dos términos que considero indisolubles, la participación y el poder ciudadano, y los considero indisolubles porque sin participación el pueblo no tiene poder.

Pero participar evidentemente es un tema muy amplio, que empieza desde uno mismo, a través de la reflexión, compartiendo ideas, arreglando el mundo como se dice coloquialmente, quien no ha arreglado el mundo alguna vez con sus amigos o conocidos. Pues bien, a través de este inocente acto es como se empieza a construir una sociedad, es como se comparten y se difunden las ideas, y como globalmente podemos evolucionar hacia posiciones más desarrolladas en todos los ámbitos.

Evidentemente es necesaria la aplicación de un modelo organizativo de participación, a través de los siglos se ha desarrollado un sistema, al que llamamos democracia, una democracia demasiado infantil, pero democracia al fin y al cabo, en el cual esta gente que arregla el mundo puede pasar de la ciencia ficción a la realidad. En este sistema se puede participar, creando alternativas políticas, difundiendo ideas o simplemente votando. Son todas ellas formas de participación legitimas a las que hemos accedido tras siglos de luchas sociales. Ahora veamos que falla en este sistema:

- En primer lugar tenemos la falta de mecanismos de democracia interna dentro de los partidos políticos, que acaban adoptando estructuras clientelares, en las que los grandes grupos de poder tienen una notable influencia, tanto directa, como indirecta a través de la manipulación que pueden ejercer a través de los medios de comunicación masivos.

Debido a estas estructuras clientelares el ascenso dentro de dichos partidos acaba quedando condicionado al pago de favores a los grupos de poder, que finalmente derivan, en los casos más graves en corrupción, cohecho, prevaricación, etc.

- En segundo lugar tenemos que los diputados, tienen también las manos atadas, ya que si actúan conforme a sus propios principios, se quedarán fuera del partido, y no tendrán opciones para ser reelegidos en las próximas listas electorales. Es necesario por tanto un sistema de listas abiertas, que permita que los representantes tengan libertad para opinar libremente.

- En tercer lugar los partidos políticos no se comprometen ni siquiera con su propio programa electoral, que se saltan una y otra vez sin escrúpulos. La ciudadanía por tanto, cede cada cuatro años, un poder casi absoluto sobre las instituciones del estado, ya que en la práctica ni siquiera la división de poderes funciona bien.

- Otro punto importante es la capacitación profesional de los cargos de responsabilidad nombrados a dedo, que deriva en decisiones carentes de rigor y de análisis técnico.

- Pero el gran fallo de la democracia representativa, es sin duda, que gran parte de los ciudadanos no están representados en el parlamento:

En unos casos porque sus opciones políticas no son mayoritarias.

En otros porque han votado a opciones políticas que no les representan para evitar la victoria de otras fuerzas que suponen una amenaza mayor a sus intereses.

Y finalmente por que mucha gente no siente la oportunidad de sentirse representada en el parlamento, y no vota. Mucha de esta gente se siente incluso desplazada, simplemente por pensar diferente, pero ello no significa que no quiera participar en las decisiones del parlamento. Tengamos en cuenta además que es a partir de las personas con capacidad para trascender de su propio entorno, de pensar diferente, de conectarse a ideas o sueños que ya existen en el campo cuántico de posibilidades, las que tienen la capacidad para provocar cambios en la sociedad y lograr que esta logre evolucionar. Pero para ello es necesario que estén representadas y que sean escuchadas, por ínfima sea su representación, por pequeños que sean sus medios de difusión, porque la sociedad, poco a poco, podrá ir valorando esas ideas, y si son realmente buenas, podrán acabar aportando valor a nuestra sociedad.

Por tanto, estamos en una situación extremadamente compleja, en la que resulta muy difícil escoger a un gobierno responsable y que represente a la ciudadanía. Esta falta de representatividad provoca que la sociedad no se siente identificada con el sistema, se aleja de el y deja de participar, perdiendo por tanto cualquier capacidad para influir en el mismo, cerrando un circulo vicioso en el que el sistema se aleja cada vez más de la sociedad.

Democracia Directa.

Una variante interesante de la democracia participativa es la democracia directa, una herramienta esencial para construir una democracia madura, con la que los ciudadanos tendrán la capacidad de tomar decisiones, de dirigir sus vidas hacia el mundo que quieren construir, para evitar que se tomen decisiones injustas que perjudiquen a sus intereses, o a los de ciertos grupos sociales, en definitiva para construir un mundo mejor y más democrático.

Uno de los principales inconvenientes hasta ahora era la imposibilidad de ejercerla en grandes organizaciones, debido al elevado coste de convocar un referéndum, algo que ha dejado de ser un problema gracias a las nuevas tecnologías de comunicación.

Pero la democracia directa también tiene otros inconvenientes, que no podemos obviar:

- La falta de tiempo de los ciudadanos, debida a unas jornadas laborales que frecuentemente oscilan entre las 40 y las 50 horas semanales, algo que podría cambiarse con la tecnología actual, aunque esta decisión correspondería a los ciudadanos.

- La falta de formación de parte de la ciudadanía, algo que sin duda se debe a la baja calidad del sistema educativo y a las dificultades para la libre circulación del conocimiento. En cualquier caso estamos ante la generación más preparada de la historia.

- La falta de información en los medios de comunicación y la manipulación mediática.

- Además para conseguir que una democracia directa funcione, es necesario ampliar el tejido social, compartir información, divulgarla, implicarse colectivamente en la creación y el adecuado funcionamiento de este tejido social, es una parte fundamental en el desarrollo de una democracia participativa.

- Pero sin duda, el gran inconveniente de la democracia directa es la gran cantidad de iniciativas que se promueven en el parlamento, y que hacen imposible que un ciudadano de a pie pueda opinar de forma consciente sobre todos los asuntos que conciernen al correcto funcionamiento de nuestra sociedad.

Por ello, y aunque para construir una democracia madura sea necesario que los ciudadanos tengan poder de decisión a través de una democracia directa, esta por si sola, no resulta operativa. Es necesario llegar a una solución de compromiso entre la democracia participativa y la representativa.

La democracia líquida.

http://democracialiquida.es/

La democracia líquida es un modelo de democracia directa con delegación de voto. Con ello se consigue que los ciudadanos tengan la oportunidad de ejercer la democracia directa sin perder las ventajas que ofrece la democracia representativa.

Este es el objetivo final del proyecto Ágora, desarrollar la aplicación informática para hacer operativa la opción de la democracia líquida. Ágora está siendo desarrollada colaborativamente por un grupo de técnicos informáticos, físicos, matemáticos, etc., con un elevado nivel de especialización y cualificación profesional, procedentes de diversas organizaciones políticas y civiles implicadas en el campo de la democracia participativa. Esta aplicación que usará el DNI electrónico como elemento de identificación, está actualmente en las últimas fases de su desarrollo.
http://www.agoraciudadana.org/

En la democracia líquida los delegados son elegidos directamente por los ciudadanos a través de listas abiertas, en función de la capacidad que le confieran los ciudadanos para representar su opinión en una determinada área de conocimiento.

Además cualquier persona u organización puede ser delegado/a, diversificando las opciones para la ciudadanía.

Pero lo más importante de este sistema de delegación de voto, es que no hipoteca en ningún caso la capacidad de decisión, ya que en cualquier momento podemos cambiar de delegado o votar directamente cualquier iniciativa que se presente en los órganos de representación. Por tanto, aquí los delegados no adquieren poder alguno, sino que son meros consejeros, que nos ayudarán a optimizar el proceso de toma de decisiones.

Ahora observemos nuevamente nuevamente los inconvenientes de la democracia representativa:

- Evidentemente no podemos evitar la manipulación mediática de los grandes grupos de presión, ni que controlen a los grandes partidos, pero sin embargo ahora los ciudadanos tienen a miles de posibles delegados donde elegir, y ello implicará una mayor diversificación de las fuentes e opinión e información que reducirá la influencia de estos grandes grupos de presión.

- Los delegados pasarán a opinar libremente por lo que ya no serán súbditos de sus partidos políticos, serán ellos bajo su libre elección y responsabilidad los que elijan la opción que crean más conveniente.

- La falta de compromiso con el programa electoral dejará de ser un inconveniente, ya que siempre tendremos la opción del voto directo, y además podremos cambiar de delegado en cualquier momento.

- La capacitación profesional ya no estará en función de las estructuras clientelares de los partidos políticos, sino que serán los ciudadanos directamente los que controlen la capacitación de los delegados para tomar las decisiones.


Si repasamos las dificultades anteriores para alcanzar una democracia madura, todavía nos quedarán muchos inconvenientes por resolver:

La participación, la creación de ese tejido social que ahora por fin está empezando a evolucionar, y sobre todo la formación e información necesarias para que todos los ciudadanos puedan tomar las decisiones de forma consciente y no puedan ser manipulados fácilmente.

Pero, si nos fijamos bien, todos ellos son problemas que podemos considerar compartidos con la democracia representativa, en la que además tenemos muchas menos herramientas para luchar contra las injusticias, por tanto, ahora que empieza a ser posible una evolución gracias a las nuevas tecnologías, y sobre todo, no lo debemos olvidar, gracias a que estamos ante una explosión social del conocimiento y de la información, es el momento de caminar hacia una democracia más avanzada, de empezar a desarrollar el tejido social, de empezar a construir una sociedad acorde con nuestros sueños, sentimientos e inquietudes. Pero para ello es imprescindible implicarse en el proceso.